10:15h Biblioteca Santiago Rusiñol
¿Existe una diferencia entre la escritora y el escritor en cuanto a tramas, personajes, narrativa?
De ser así, ¿hay características esencialmente femeninas si el autor es una mujer?
Una mesa conducida por Una Fingal, y con Neus Roig, Montse Ríos y Prado G. Velázquez como participantes.
Madrugón en la segunda jornada de Subur Negre, el sábado 28 de octubre, para no perdernos la mesa redonda “La visión femenina en la novela negra”. La jornada arrancó fuerte para Una Fingal (Tú, tan lejos), Prado G. Velázquez (En blanco y negro), Montse Rios (Alrededor de la mente) y Neus Roig (No llores que vas a ser feliz y Trauma, Búsqueda, Identidad). Como moderadora, Una Fingal planteó una cuestión clave: ¿Matan las mujeres escritoras de manera diferente a los hombres?
Prado G. Velázquez admitió que “nos consideran menos sanguinarias, pero no lo tengo claro”, mientras Montse Ríos expresó que “somos más cerebrales y yo, como escritora, puedo relatar un crimen sanguinario con más sensibilidad y menos sadismo”, a lo que Neus Roig añadió que el robo y tráfico de bebés que denuncia en sus libros “lo llevaban a cabo, sobre todo, las monjas, lo que confirma que las mujeres son más cerebrales y sibilinas que los hombres”.
A la pregunta de si es fácil adoptar la voz masculina al escribir en la forma de un hombre, Prado G. Velázquez respondió que “no me cuesta meterme en la piel de un personaje masculino. Somos seres humanos y los libros nos dan la oportunidad de indagar en el corazón del ser humano-hombre”, y Neus Roig reconoció que “hay libros escritos por hombres con una sensibilidad extrema”. En cuanto a las etiquetas en las que, tradicionalmente, el género negro encasilló a la mujer, las autoras presentes destacaron que las tramas escritas hoy por mujeres ya tratan temas relacionados con su realidad cotidiana: embarazo, maternidad, cuidado de personas mayores, etc…
Añadiremos que la mujer en las novelas negras ya no es obligatoriamente víctima, ama de casa y madre amantísima o femme fatal, pues actualmente adopta roles de policía con mando, detective privado, o incluso, asesina. Por último, destacaremos el diferente rasero que se aplica a una obra según el sexo de quién la escribe. “No llores que vas a ser feliz”, la escalofriante investigación sobre el tráfico de bebés en España, de Neus Roig, ha sido galardonada con cinco premios y fue finalista del Premio Rodolfo Walsh 2019. “Resultó que el libro no estaba en las librerías de Gijón. Estoy segura que si la investigación la hubiera hecho un hombre habría tenido mucha más difusión, pero ser mujer y mayor de sesenta años, por lo visto, es un hándicap”, concluyó Roig. Una mesa redonda indispensable que nos recordó que todavía queda mucho camino para llegar a la igualdad de oportunidades entre ambos sexos.
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